Despertar

Las promesas arrancadas,
las bocas solitarias,
todos somos carne de cañón al caer la noche..
Algunos somos capaces de cualquier cosa por hacer sentir bien al otro.
No importa de qué se trate si es dejarse la piel hasta no poder más,
tambalearse aunque te destruya un poco,
aunque te despiertes con resaca emocional a la mañana siguiente..
Nada significa más que volver a aquel que una vez te hizo feliz,
aquel que ya no está, que no vuelve si no es llamado,
aquel que se cree lobo solitario pero se vuelve humano cuando echa de menos,
y sabe que tú sigues en la sombra por si alguna vez te pide ayuda.

Que la sonrisa amarga de hoy no tiene que ver contigo,
que lo de ayer se queda ahí y aún así aquí sigo, estoy entera, no me rindo.

No me paraliza nada, ni tus palabras ni tus actos,
Sé lo que hay, sé lo que quiero y lo que no.
Cada día que pasa hay menos gente y solo alguna persona que se deja ver de verdad.
Me quedo con ellos, el resto no merece la pena.
Son fantasmas que no te entienden, que no te ven cómo eres..

Vivimos en un mundo tan egoísta que solo es correcto lo que el otro quiera, como el otro quiera.

No puedes hacer algo y que nadie se ofenda, siempre habrá quien te critique, quien te diga «así no», «lo haces mal», «la has cagado».
Te dicen que no está bien pero no te dicen qué hacer para arreglarlo.

Es más fácil que tú te sientas mal, arréglalo tú, que para eso has creado este desastre, para molestar a los demás.
¿Por qué si no? ¿Has actuado para ser tú mismo? ¿Según lo que tú quieres? Uf, imposible.
Y así nos va, de mal en peor, sin empatía ni entereza en nada ni para nada.

Es más fácil culpar al de al lado y no ayudarle a entenderlo,
que responsabilizarse cada uno de sus actos y actuar en consecuencia.

Aceptación, perdón. Qué falta nos hace..

Siempre lo digo y lo diré: No esperes que los demás actúen como tú lo harías, en ese caso lo único que te llevarás son decepciones.

 

Deja un comentario